Si buscas información sobre qué es el audiobranding, la gran mayoría de páginas que he encontrado se centran alrededor de la música que puedes utilizar para acompañar tu contenido, como vídeos y podcast. Y yo encantado, que para algo hago identidades musicales, no me malinterpretes.
Pero el universo del audiobranding, también conocido como sonic branding, branding auditivo y otros múltiples nombres, no solamente abarca la música, si no que la definición más completa sería el uso estratégico y concreto de un recurso auditivo con el fin de reforzar la percepción de la marca.
Es decir, lograr una diferenciación y memorabilidad gracias al audio.
Ésto da lugar a que podamos recurrir a distintos recursos a la hora de trabajar el audiobranding en la comunicación de nuestra marca. Veamos cuáles pueden ser:
El sonido en el audiobranding
El primer elemento del audiobranding es el sonido. Más concretamente los efectos de sonido, los cuales se pueden clasificar siguiendo diferentes categorías, pero para no alargarnos mucho, creo que lo visualizarás mejor con unos ejemplos.
¿Sientes sed al escuchar el gas de un refresco? ¿Quizá adrenalina si escuchas rugir un motor? ¿O te saliva la boca con el sonido del crujir del chocolate en una tableta o un helado?
Todo esto puede recordar al ASMR, pero la realidad es que efectivamente sentimos respuestas sensoriales con estos sonidos, en muchos casos relacionadas con el placer.
Las marcas tienen este hecho en mayor consideración de la que te crees. Por ejemplo, Ferrari, cuenta con un ingeniero acústico (Francisco Carosone) que se centra exclusivamente en cómo suenan sus motores.
La forma de hacerlo es partiendo de melodías musicales y diseño sonoro, dada su trayectoria como músico y compositor, y posteriormente se traduce de la forma más «aproximada» a lo que se pueda lograr con los elementos del escape del motor.
En el audiovisual, los efectos de sonido se pueden convertir en uno de los elementos más icónicos del audiobranding de sagas (marcas) que todos conocemos. Todos somos capaces de imaginarnos el sonido de una espada láser, o sabemos lo que suena cuando un simpático fontanero recoge una moneda. Esto contribuye a que la marca haya quedado grabada en la cultura colectiva.
Pero, siendo honestos, la gran mayoría de efectos de sonido que vas a escuchar no son exclusivos de la marca, si no que juegan como un elemento de storytelling construyendo un ambiente sonoro que refuerza las cualidades del producto. Al fin y al cabo es muy complicado conseguir un crujido signature (aunque se busca).
Es muy probable que si un refresco saca una campaña publicitaria se refuerce el sonido de chapas, cristales, gas, líquido, risas con los amigos pasándolo bien, el sonido del mar… Por poner unos ejemplos rápidos.
En definitiva, estimulan una serie de sensaciones con las que asociar el producto y a la marca que se nos está presentando lográndose en gran medida por este acompañamiento acústico. Este entorno sonoro, también potencia el audiobranding de la marca al mejorar nuestra percepción de la misma y asociarla con sensaciones positivas.
La voz en el audiobranding
El segundo elemento del audiobranding es uno de los más obviados, porque apela a algo tan natural como la comunicación oral. La voz es algo que, en el mundo del branding, se ha asociado mucho con la identidad verbal al hablar de la voz y tono de la marca. Aún así, me parece más evidente pensar en la voz como un elemento sonoro.
En las marcas, especialmente cuando trabajan estrategias de comunicación con publicidad, la voz se clasifica según género, timbre, entonación y otra serie de factores que afectan a nuestra personificación de la marca.
Ayuda además de forma muy efectiva a percibirla de manera más cercana e íntima, porque la voz es la forma de comunicación y transmisión más longeva.
Tenemos ejemplos de cómo, para mantener coherencia, una marca suele adherirse al mismo actor/actriz de doblaje y no solo su voz, si no que el tono o la dinámica (impostación) también queda asociada a esa determinada marca. Esto hace que un mismo actor/actriz de doblaje trabaje con distintas marcas, pero se distingan igualmente.
Si quieres saber algo más acerca del trabajo de una actriz de doblaje, te dejo mi entrevista con Judit Güell:
Para que entiendas la repercusión que puede tener este tipo de cambios en la imagen de la marca, échale un ojo a esta campaña que realizó Línea Directa alrededor del cambio de su voz de marca, Matias Prats.
En una marca personal, esta voz de marca va a ser la tuya propia. Ésto es una buena ventaja al lograr que tu oyente establezca una conexión íntima antes de contactar contigo, lo que puede influir en su percepción como cliente. Por razones como ésta, se justifica el auge de los pódcast en los últimos años.
La música en el audiobranding
Me he reservado la música como el último elemento del audiobranding puesto que, como comentaba al comienzo del artículo, la gran mayoría de información sobre cómo aplicar branding sonoro a tu marca o proyecto se centran en qué música utilizar.
En mi vídeo sobre la Identidad Musical, te contaba como la música ha jugado un papel fundamental en la comunicación audiovisual de las marcas desde hace más de 80 años, siendo uno de los elementos que tenemos más interiorizados.
Y es lógico, puesto que es el recurso ideal para ayudar a definir el entorno emocional que acompaña a nuestra comunicación, reforzar la intencionalidad, y le da un punch de memorabilidad y diferenciación. Además de potenciar el storytelling de nuestro mensaje.
Pero actualmente, la música no se está utilizando siempre bien.
Debido a factores como la viralidad, o los miniads de las redes sociales entre otros, muchas marcas dan uso única y exclusivamente a canciones en tendencia, o en muchos casos rellenan su contenido con músicas libres de copyright. Ésto, en muchas ocasiones, puede ser contraproducente.
Al primar el buscar seguir tendencias virales frente a la identidad de la marca, estamos sacrificando nuestro branding en favor al marketing, provocando una desconexión de nuestro consumidor con nuestra marca. También, el uso de músicas genéricas por relleno no contribuye a mejorar la percepción de nuestra marca y puede entorpecer fácilmente con nuestro mensaje.
Cuando una marca o proyecto trabaja su identidad musical dentro del audiobranding, se deben tener en cuenta todos los factores relevantes y comunes con cualquiera de las otras identidades de marca: su propósito, sus valores, y el cliente al que se dirige. En la traducción emotivo-melódica se logra transformar estos adjetivos a música por medio de sus valores armónicos, rítmicos, dinámicos y tímbricos.
Esto es lo que logra que una canción se convierta en la banda sonora de tu marca, y que cale en la memoria de tu oyente.
Ahora más que nunca, todas las marcas, tanto comerciales como personales, deben cuidar su comunicación audiovisual. El audio es una herramienta increíble para estar presente en la mente de tu oyente, y lo mejor es que ya no solo está al alcance de las grandes marcas, si no que puede estar al alcance de tu marca o proyecto.
¡Si quieres saber cómo aplicar ese audiobranding, mándame un mensajillo a mi formulario de contacto y empezaremos a trabajar en ello!
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